No existen.
Ya está, ya lo dije.
No hay, se acabó.
Hoy te pueden parecer perfectos esos pechos redondos, esos pezones que apuntan al cielo de tu deseo... y mañana pasas 15 min. intentando atarlos con la cuerda de yute... si esa, la última que te compraste y que estabas deseando estrenar y no hay forma...
O esa mirada felina, esos ojos entrecerrados y que no sabes el color exacto porque cambian según su ánimo... ya si, claro, esa ceja levantada y la mirada de: "no tienes ni idea de lo que me pica la nariz y lo que me aburro... me aburrooooo..."
Obviamente no lo dice porque es un/a sumis@ muy educad@
Enseñar a alguien a hacerte disfrutar, indicarle si te gusta que mire, que se ria, que te muerda o que senciallamente, esté callad@ no es lo único que muchas veces pedimos o deseamos de l@s sumis@s, a veces una buena charla inteligente, una conversación que no tenga principio y final en unos azotes o unas cuerdas, puede ser rozar la perfección cuando has elegido a alguien para compartir BDSM, o vida, quién sabe.
Que no, que tampoco nosotr@s somos angelitos perfectos y sabemos siempre cuando iniciar una charla, un juego o dar un pellizco... pero reconozcámoslo, somos casi perfectos y ell@s no lo saben...
Un saludo, Lena
1 comentario:
Excelente. Uno cuando lee y lo hace tan agusto y en sintonia con el /la autora , lo agradece. Así que eso. Gracias por difundir estos criterios .
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