sábado, 4 de junio de 2011

SENSACIONES ANTIGUAS...



Después de mucho tiempo por fin, por fin...
Mira que ha costado, mira que han sido mil charlas y sinsabores, en algunos momentos hasta temores por si se seguía o se dejaba, o si merecía la pena... si, porque no es cuestión de pensar en perder a la persona por quítame allá unos azotes, la realidad es que el cuerpo te pide que haya sesiones.

Necesitas Dominar y Poseer, necesitas tirar de un pelo y poner a alguien cara a la pared con tu peor voz, al igual que necesitas ver la cara, casi escondida, con la sonrisa asomando, como indicando "No eres tan mala..."

Pero sea como sea, a pesar de empezar con buen pie, siempre hay algo que falla; en esta ocasión fue un dolor incontrolable y fuera de consenso o juego. Por unas pinzas y un piercing inoportuno, hay que ver lo que puede molestar un piercing puesto con todo el cariño y en el peor sitio, si vas a poner unas pincitas "jodonas"...
¿Resultado? Parón, cocacola y relajarse... y continuar, cómo no continuar? Pero lógicamente no puedes seguir con el mismo ritmo, empiezas de otra manera, ni siquiera mejor o peor, pero otra, que se olvide del dolor, que lleguemos al Sub-space, pero con un ligero rodeo, si al final lo que importa no es tanto cuanto tardas en llegar o no, si no mas bien, si llegas y sois dos...

El dolor incontrolado, el que no tiene que ver con BDSM, es placentero de provocar, al menos para Mi, soy Sádica y en algo debería notarse, pero la cuestión no es tanto que sea o no Sádica, sino si quiero que mi juguete siga confiando en Mi y siga queriendo jugar y ser usado.

Estamos en un juego duro y en algunos momentos cruel, lo que hacemos, lo hacemos por y para nuestro placer, no te preocupa tanto que quien agacha la cabeza, sienta o no, o que te adore siquiera, o si comprende que es parte de su camino masoquista el aumentar la cantidad o la dureza del castigo/juego, lo que quieres es tener un subidón de adrenalina, lo que te pide el cuerpo es la excitación de una queja o la imposibilidad de alejarse por las ataduras, esa indefensión, ese sometimiento forzado, ese placer que da el Poseer...

Pero ese dolor que no tiene que ver con el juego, bloquea, maltrata e incluso hace que una persona te tema... de momento, no soy una Santa, pero tengo claro que prefiero que me tema el director del Banco cuando llego a su puerta, a que mi sumi me mire con temor y no quiera acudir a mi mano cuando la acerco...

Luego, seguimos con las charlas y el descubrimiento de cremas y aceites, de excitantes y como interfieren o incentivan juegos, de como desbloquean temores porque son para eso, para que el cuerpo goce y te pida más...  hablo de cremas cosméticas, de retardantes para hombres que son un puntazo a la hora de determinadas prácticas, de sabores y olores, de roces... quizas sea, que como mujer, la sensualidad es más importante o simplemente, que es algo que voy descubriendo ahora: que los deseos se provocan y se despiertan, no solo con una fusta en la mano...

Así que hoy, ayer, por fin, por fin...

Un saludo.

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