lunes, 16 de mayo de 2011

¿COYOTE O CORRECAMINOS?



Plantearte una sesión, de esas de: ahora voy a decir tal cosa y me van a responder XXXX o cuando yo haga tal, el cuerpo ajeno responderá tal... es como jugar a las casitas con naipes, a nada que te descuides se te caen todos y no terminas de saber cual estaba ladeado.

A veces me gusta planear la situación, en cuanto a ropa, juguetes, complementos y lo que mas o menos haré, de un tiempo a esta parte, todo lo que planeo sale al revés, o me lo cambian a mitad de camino, no creo que solo sea cosa de hacer mal los planes, si no que la otra persona debe estar por la labor.
Tema importante eso de que la otra persona colabore...
Si juegas a que sea sumiso, debería serlo ¿No?
Si juegas a que le guste o no unas pinzas, pues también debería pasar que fuera tema trillado.

En la mayoría de las ocasiones, nos fiamos tanto del conocimiento de la persona y del juego que hacemos, que no vemos las variantes. Ni recordamos que sólo hacemos planes, las realidades son cosa de dos.
Una simple variante puede ser que después de ocho horas de trabajo lo que apetece es una ducha y poco mas, o quizás una sesión durisima, si está claro que luego vas a dormir sabiendo que al día siguiente no madrugas.

El llevar una maleta llena de complementos no garantiza que los uses...
Así que por el momento yo tengo claro que las sesiones solo tendrán de programadas eso de: "a que hora quedamos?"
Como mucho haré lo de un conocido, que siempre lleva unas agujitas en el bolsillo, por si acaso...
Pero lo que también se, es que por ahora y ya son meses, las mejores sorpresas me las he llevado cuando no se ha preparado nada, o si lo hemos preparado, ha sido para sorprender a la otra parte, cosa  que es un gustazo. El poder sorprender, el oir eso de no se por donde vienes, para mi es un especial reto, el dia que me cojan el aire se acabó mi juego de Dom, será algo que controlará la parte sumisa, sin más.

Particularmente, llevo una temporada de desear ser mala, Sádica mas bien, y no encuentro el momento o mas bien, el cuerpo. Unas veces porque lo que te apetece hacer, deber ser con alguien concreto y no está, otras, porque directamente, lo que sale hacer es distinto a lo que la cabeza pide...

Los ritmos son distintos esta claro, somo tortugas o correcaminos, pero al final la meta es la misma...

Un saludo

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