Desnúdate, no me mires a la cara, no vayas a confundirte con mi sonrisa, esa que despierta tu torpeza.
No pienses, no temas, todo está hablado y negociado, siente mi respiración, escucha mi voz y solo sigue respirando.
Deja de temblar, solo te rozo, no hago nada que te duela, ni siquiera te araño.
Piensa en lo que percibes, nota la caricia.
En un momento empezaré en serio, en un momento seré quien soy y como me gusta, en un momento oiré tu voz y tu queja...
Pero todo lleva un orden y mi método es éste...
Un saludo.
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