Y a los tres envenené... Era el titulo de una canción de Massiel, si alguien lo recuerda.
A veces pasa lo mismo con los sumisos, no es que no se les quiera o se les necesite, si no que optamos por la opción rápida, deshacernos de sus servicios a las complicaciones del día a día.
Si hay motivos para continuar el servicio, las sesiones y que sean satisfactorias, poco complicadas o sin demasiado esfuerzo, todos estamos encantados, pero en caso contrario... alguna excusa existirá.
No voy a decir que sea obligatorio estar con quien no deseas, pero a veces, es algo tan fácil como seguir hablando y ver si hay una, aunque sea pequeña posibilidad, de seguir, si no hay ninguna o no interesa, esta claro, hay que dejarlo antes de hacer mas mal que bien.
Si los juegos son físicos, los moretones no tardan en curar, la cuestión surge como siempre, cuando hablamos de sumisión, o servicio personal, implicando sentimientos, mucho mas difíciles de curar o arreglar.
Ahora que nadie empiece a pensar que su relación podría mejorar si va con otra persona, seguramente no seria así, o quizás si, pero no depende tanto de la otra persona, como de lo que cada cual quiera en realidad, implicarse.
Un saludo
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