De rodillas, de espalda a la puerta de entrada, con el cuerpo descansando sobre sus muslos y el sexo rozando el suelo, ese que está frío y calientas con tus humedades.
Al oírme entrar, solo inclinarte, estirarte aun más sobre tu pecho y exponer, levantar el culo, de forma que pueda observarte sin inclinarme, que pueda rozar lo que escondes y ni siquiera mi mano necesite moverse, todo cerca, todo agitado...
Te darás la vuelta despacio, a rastras, aun no puedes levantar la cabeza, una pena, me gusta tu boca, me gusta morderla, me gusta agarrarte del pelo y levantarte junto a mi y que así no sepas donde mirar, a Mi no puedes, está prohibido, pero te pueden las ganas y me buscas, te sonríes y me reconoces...
Tanto se notará mi deseo ya?
Me entregas el collar, pero no, ese hoy no... hoy será la cuerda quien sujete tu garganta, quien te ate a la pared, así tengo mas espacio, puedo azotar tu cuerpo y no huirás por miedo a ahogarte, pero tampoco dejaras de tirar... esa es tu provocación, irte pero volver...
¿Que pasará luego?
¿Cuanta piel hace que no te azoto?
Ven... comprobemos si hace calor o frío en tu boca...
Un saludo, Lena
PD.- Seguirá, me queda averigüar muchas mas cosas de mi fantasía... Esto es un adelanto, por ser fieles, espero os guste.
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