sábado, 13 de noviembre de 2010

REVISIONES...

Las revisiones no sirven solo para hacer recuento de vida o intenciones.
También sirve para recordar practicas y si las mismas nos siguen gustando y  las compartimos con alguien mas que nuestra fantasía.
El hacer una revisión de fetiches, me ha hecho recordar que me gusta la inmovilidad del sumis@, me gusta oír el jadeo por la excitación o el dolor, creo que mas por el dolor, también un cierto reto intelectual.
Será por eso que llevo mal el silencio sumisil, siempre he dicho y mantengo, que solo hay que dejarles hablar para que se líen y te den pistas a usar contra ell@s, por eso del reto, ver lo que cuentan y lo que no, como lo van sintiendo, como se estremecen...

Eso es lo que llamo revisión, comparar, rebuscar, anotar mentalmente que hace que se queden pegados a tus dedos, a tu mano, como buscan la boca y los dientes, como se inclinan persiguiendo el roce...
Será que soy demasiado mimosa... pero vamos que me encanta que anden como perr@s esperando el roce o la caricia y también el azote, por que no?

Otras prácticas las tengo un poco olvidadas, mas que nada por la dificultad en realizarlas, frío, espacio, tiempo... incluso y esa me duele mas, la falta de algún material interesante... pero todo no se puede tener.

También tengo que revisar ideas y conceptos que me chirrían mucho, algunos son arcaicos en  esto del BDSM: machismo, Dom/Dios, intransigencia, vulgaridad...
Incluso los conceptos que parecen mas claros como pueden ser el respeto y la libertad de elección, hay veces que se olvidan por el "Yo mando"... cosa que me fastidia bastante.
Se pueden dar premisas o indicar si algo gusta o no, pero de ahí a la limitacion o coacción... va un mundo, aunque con una linea muy pequeña de separación.

He tenido que hacer revisión de la memoria, hacia mucho que no me metía en el lío de hacer un texto para contrato sumiso y en  dos días me he visto con dos y muy diferentes.
Uno, si no permisivo, es bastante abierto en la forma de afrontar las dudas y los temores del sumis@.
El otro mucho mas restrictivo, llevará un trabajo ingente a la hora de su cumplimiento y control.
Sin embargo, tanto uno como otro, se refieren a sumisos, limitan practicas y protegen en cierta forma y manera, controla las practicas, el cuerpo, la mente, las posturas, obediencias... mil temas que hacen pensar que somos muchos y variados en este Mundo con formas, miles, de disfrutar de el.

Tanto un texto como otro, son sumamente personales, no se deja casi nada al azar, puede incluso que sean reiterativos en cuanto a la forma de comportarse, de afrontar miedos, de tener dudas, todo se intenta atar, aunque siempre hay un resquicio por el que el miedo llega, y eso, el tiempo y la calma lo solucionan.
Lo que solo he visto en uno, es la posibilidad de decidir al sumiso, si deja el collar, sin explicaciones, pero sin arrepentimientos también, quizás parezca una tontería, pero creo que dar la opción a decidir sobre si quieres seguir o no, hace que este mientras quiera y ese tiempo sea el mejor que pase, porque no hay nada que la obligue, solo el querer... y queriendo, se llega muy lejos.

Esto debería ser tanto para un lado como para otro, a veces parece que se está obligado a hacer cumplir unas normas de trato y respeto a los sumisos, pero nos olvidamos de la parte Dom, quizas con más obligación aun a dar ejemplo o a respetar los límites que cuestiona en otros...

El límite entre el interés y el acoso, tambien se muy pequeño, a veces tan pequeño como el paso a poner una denuncia por sobrepasarlos, por incordiar en exceso o pensar que se menoscaba el espacio personal...
Pocas veces he visto que se haga uso de ese posibilidad de denunciar el acoso, sin embargo, las veces que ha pasado, ha quedado claro que tanto respeto despierta un sumiso/a en un juzgado, como cualquier otra persona acosada o maltratada.
A fin de cuentas, nos olvidamos de un tema  sencillo, cuando se sobrepasa el límite del consentimiento, cuando se padece sordera, cuando no se respeta a la persona, sea quien sea, cuando se obsesiona uno con su verdad y su "pelicula" personal, se empieza a llamar maltrato, acoso, obsesión, incluso demencia.
Y para eso hay varias curas: la denuncia, el alejamiento, el tratamiento psiquiatrico y por desgracia, la aceptación del NO. O por suerte.

Un saludo

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