jueves, 3 de diciembre de 2009

DISCIPLINA, DISCIPLINAR...


Muchas veces nos planteamos una disciplina o la concepción de las mismas como algo genérico.
El disciplinar a un sumiso, tener una disciplina, usar una disciplina...
Dentro de esa misma palabra son diversas las acepciones y las explicaciones.
Hay sumisos que preguntan: le gusta a usted la disciplina? y te quedas pensando, cual?

Veamos, la/una disciplina es un elemento de castigo o control, una forma de marcar pautas a un sumiso/a para que su comportamiento vaya encaminado a lo que nos gusta, pero lógicamente, habrá tantas como Doms haya...

Puede ir desde, tratarle de Don, Doña, Maitresse, Diosa, Usted o Tu... a ir dos pasos por detrás, andar a cuatro patitas, o ir depilado, todo son conceptos encaminados a satisfacer nuestros gustos.

Mas que llamarlos disciplinas, deberían ser "pautas de comportamiento sumisil", lo que se intenta es marcarles como responder a nuestra llamada y a nuestras decisiones, en muchas ocasiones, intentando diferenciar de algún modo, lo que hacemos nosotros, de lo que hacen los demás... no vaya a ser que digan que nos copiamos los Doms...

Lo que yo entiendo como "disciplinar", se refiere mas bien a corrección o castigo por faltas. Es decir, disciplino a un sumiso con la vara, la fusta o lo que se me antoje por un mal comportamiento, pero eso no quiere decir que sea, o deba ser, una pauta habitual o frecuente.

El determinar un trato, una forma de responder a las llamadas, despedidas, etc, dependerá de cada cual, y en muchos casos, suele crear una cierta confusión en los inicios de las relaciones... Mi Ama antes me decía... Mi Señora a sus pies... cuestiones básicas que se resuelven de la forma mas fácil: así me llamas, así te despides, así me tratas, asi actuas...

Aunque, todo hay que decirlo, el dar un trato cortes, incluso relajado a un sumiso, a veces les crea la confusión de ser familia o un igual a ti, luego salen con los detalles de tuteos, "tías" y trato excesivamente familioso, cuestión de la que no creo hablemos.
Cada cual debe recordar el sitio que ocupa y donde se mueve, así no cae en reprimendas por faltas de corrección o mal comportamiento.

Pero aquí, me viene a la mente un refrán: Les das la mano y se toman el brazo...

Hay que hilar muy fino para que no se piensen que eres menos Dom, o que tu relación con ellos sera de camaradería, por decirles que te tuteen, por lo menos, mientras son unas letras en un ordenador, y la relación ni se ha iniciado, o que respondan con un si? al teléfono en vez de hacer una loa a tu belleza terrenal y efímera...
La disciplina que tanto leemos en la literatura BDSM, la antigua, que ahora son una atracción de feria en muchas novelas, nos recuerda la de los esclavos, humillados a los pies, abanicando con un pay-pay, incluso siempre disponibles sexualmente, como si de objetos se tratara...

Sin embargo, nos movemos en un mundo que cambia deprisa, que las relaciones son rápidas y a veces efimeras, donde el Si o el No es mas cuestión de suerte, que de ser bueno o malo en lo que haces, así que dentro de unas normas sobre respeto, trato o forma de actuar, la disciplina debería utilizarse, o mas bien emplearse, en corregir las faltas, porque a fin de cuentas, quien es el Maestro que nos alecciona sobre "la" disciplina? Solo nuestro capricho.
Y como tal, el capricho no solo debería usarse para mortificar constantemente a la parte sumisa, sino mas bien, para aleccionarla sobre nuestros gustos, mucho mas fácil de aprender y a veces, con unos resultados mas satisfactorios para todos.

Como Sádica, reconozco que no me interesa mucho justificar con una disciplina o hacer uso de un error sumisil, para castigar, azotar o martirizar, pero es una cuestión clara y sabida, no un motivo para la preocupación o mortificacion del sumiso, tratando de averiguar que hizo mal para ser tratado así. Dentro de esto, mi disciplina es muy clara: lo que me gusta y lo que no.

Si hay errores en comportamientos ya explicados, los corrijo, los castigo y seguimos con otro tema, si se repiten, los vuelvo a corregir y a castigar, pero en el caso de ser una cuestión reiterativa, tengo en cuenta la necesidad de castigo que la otra parte demanda, o si, simplemente, es así de memo/a, por lo que puede ser mas bien dejadez... y esa, si que es una falta que no consiento... cada cual tiene sus manías...

La dejadez, el buscar castigos como llamada de atención, o el "pasar" de lo indicado, son mas bien comportamientos que a la hora de corregirlos, deberían evitar un castigo físico; puede ser eso lo que precisamente vayan buscando, ser azotados o reprendidos, hay quien no sabe pedir claramente las cosas, que le vamos a hacer, pero son comportamientos reprobables, a mi modo de ver, en los sumisos y corregirlos en forma de azotainas o dolor, es entrar en la provocacion y el juego de el.

Seguramente la causa-efecto que se pretenda.

El ser disciplinado, siempre lo he entendido mas como el tratar de vivir, o llevar una forma de vida determinada, ser vegetarianos, no mentir, ser tranquilo o por lo menos controlar los ataques de nervios. Por lo demás, no creo que tener a un sumiso a los pies y darle una azotaina, pueda considerarse ser disciplinado... a no ser que ese sea nuestro juego en ese momento.

Teniendo en cuenta que muchos de los errores de comportamiento de los sumisos, tienen que ver con las falta de enseñanza sobre lo que queremos de ellos, en cada momento, seriamos nosotros, los Doms, los que mereceríamos las azotainas en mas de una ocasión...


Un saludo

1 comentario:

aigua sum dijo...

Aynsss o paso días sin leerte o vuelvo corriendo cuando el reader hace tilin jajajja
Va por etapas...

Buen post

Besos