A veces voy pensando que maldades hacer en el dia a dia, ya sé, parece retorcido, pero los planeo, guardo y espero a la ocasión propicia para realizarlas, quizás parezca que no pienso en otra cosa... pero cada semáforo, cada paso de peatones, añaden minutos a mi maldad...
Puede no ser mas que el planear la sorpresa de la llamada, o quizás, el acompañarme a comer o cenar... quien sabe...
Ultimamente, me fijo mucho en los collares de los perros que veo paseando a sus Dueños, me parecen de lo mas insulsos, estarian preciosas esas perrillas con un collar de pinchitos... al revés, o quizás con su nombre puesto y mostrándolo en la comida del restaurante... o simplemente, llevando uno de forma que no puedan inclinar el cuello y solicitar con cierta frecuencia que recoja las cosas caidas...
Reconozco que un simple collar puede ser muy incomodo...
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